El colágeno es una de las principales proteínas del cuerpo y de las más importantes porque proporciona la estructura a los tejidos conectivos del cuerpo como los huesos, los tendones, los músculos, los vasos sanguíneos y la piel.
El colágeno es uno de los ingredientes clave para tener una piel joven y firme.
A partir de los 30 años su producción natural comienza a disminuir considerablemente.
Esto se ve reflejado sobre todo en las partes de la piel más expuestas a condiciones ambientales adversas. Factores como la radiación solar elevada y la contaminación juegan un rol importante en la degradación de este componente.
Este proceso hace que la piel se vuelva más delgada, seca y débil. Es por esto que aplicar una mascarilla de colágeno es como dar un súper alimento a nuestra cara. Éstas restituyen el colágeno perdido y ayudan a estimular su producción lo que trae múltiples beneficios a nuestra piel.
1. Borra las líneas de expresión
La proteína más abundante en el cuerpo humano es precisamente el colágeno. Las mascarillas de colágeno sirven para aumentar el colágeno disponible en la piel y evitar la degradación del que ya existe.
Por este motivo, son ideales para borrar arrugas superficiales y líneas de expresión, porque rellenan los espacios en los que la piel se ha ido adelgazando.
2. Mejora la elasticidad de la piel
Las fibras de colágeno son extremadamente resistentes. Dan soporte a órganos en constante movimiento como el corazón y los pulmones.
Dentro de este grupo de órganos también se encuentra la piel. Es por esto que al aplicar una mascarilla de colágeno aumentamos la resistencia y flexibilidad de la piel.
3. Promueve la hidratación de la piel
Debido al tamaño de esta proteína es difícil que atraviese la dermis si se aplica en su forma original, es decir colágeno solo. Por esta razón, se debe aplicar colágeno hidrolizado como mascarilla.
Esto significa que las fibras de colágeno han sido divididas en partes más pequeñas y puestas en una solución acuosa. De esta manera, pueden penetrar fácilmente a través de la piel.
En la práctica esto significa que cuando aplicamos la mascarilla no solo absorbemos el colágeno, sino también obtenemos una hidratación instantánea que es difícil conseguir con otros métodos.
4. Reduce el tamaño de los poros
Al aumentar la elasticidad de la piel, el colágeno promueve la capacidad de los poros para permanecer cerrados. Para esto es fundamental que la piel esté muy limpia dado que si los poros tienen restos de suciedad no se podrán afinar.
Para maximizar los beneficios de estas mascarillas es importante aplicarlas luego de hacer una suave exfoliación o tomar baños de vapor. De esta forma, la mascarilla de colágeno reducirá automáticamente la apariencia de los poros.
Consideraciones adicionales
Para conseguir los resultados esperados y mantenerlos a lo largo del tiempo lo ideal es aplicar estas mascarillas alrededor de dos veces por semana. Por lo demás, es importante mantener hábitos saludables que estimulen la producción de colágeno.
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